Fotografía aérea del British Museum, al que se accede por la gran portada que se ve abajo. |
domingo, 31 de marzo de 2013
Visita al British Museum
domingo, 10 de marzo de 2013
El Libro de Kells
El Libro de Kells (Leabhar Cheanannais en irlandés) o Gran Evangeliario de San Columba, es un manuscrito realizado hacia el año 800, en Kells, Irlanda.
Condado de Meath (Irlanda), en el que se encuentra Kells |
Este manuscrito no era un caso aislado, teniendo en cuenta que entre los siglos VI y VIII se habían realizado, en otras abadías anglosajonas, otros ejemplos como el Libro de Durrow o el Evangeliario de Lindisfarne.
Libro de Durrow (fol. 26r, inicio del Evangelio de San Marcos) y Evangelio de Lindisfarne (fol 27r), respectivamente |
martes, 26 de febrero de 2013
Derinkuyu
Comenzamos las entradas de este blog hablando de arte antiguo, concretamente con una ciudad que, si bien no es de las más antiguas, sí es de las más curiosas.
Derinkuyu (lit. pozo profundo) es una ciudad de la región de Capadocia, en Anatolia central (Turquía). La peculiaridad de esta ciudad se relaciona con su tipología, pues, mientras la mayoría de ciudades construyen sus edificios en altura a partir del suelo, superponiendo los pisos de los edificios hasta una altura concreta, Derinkuyu no está construida "hacia arriba", sino excavada varios pisos hacia abajo, tipología que recibe el nombre de ciudad subterránea o ciudad-hormiguero.
Sección de la ciudad de Derinkuyu. Los edificios de arriba son los que hay sobre el nivel del suelo |
Los arqueólogos defienden que esta ciudad fue excavada por los hititas en torno al 1.400 a. C., y por el momento se han podido visitar ya 8 niveles bajo el nivel del suelo (unos 40 metros), aunque se especula con la existencia de unos 10 niveles más aún sin excavar. La finalidad de todo esto era la ocultación, para que la ciudad entera pasase desapercibida, evitando así ataques enemigos. Es una ciudad que efectúa todo su desarrollo bajo el suelo, a excepción del cultivo y la recolección, que debían realizar al exterior por motivos obvios. La iluminación era siempre artificial, y el oxígeno lo obtenían por medio de tubos, llegando a detectarse hasta 52 pozos de ventilación. Además, si algún enemigo lograba encontrar alguno de los pasadizos que unían el exterior y la ciudad subterránea, se encontraba con efectivos sistemas de defensa, destacando ruedas enormes que podían cubrir por completo una determinada entrada. Estas ruedas podían moverse para bloquear o desbloquear un acceso a voluntad, gracias a una muesca realizada en el centro de la rueda, pero sólo por uno de sus lados: cuando un ciudadano quería mover esta rueda, debía insertar un tablón en dicha muesca y ejercer presión, de manera que a la hora de defenderse, estas ruedas cerrarían los accesos a modo de compuertas, sin muescas por el lado exterior.
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